martes, 16 de febrero de 2010

El consumo de chocolate puede reducir el riego de ictus.

Un estudio previo descubrió que el consumo de chocolate podría reducir el riesgo de mortalidad tras haber sufrido un ictus. El consumo de chocolate podría reducir el riesgo de ictus, según un estudio de la Universidad McMaster en Hamilton (Canadá) que se ha hecho público durante la reunión anual de la Academia Americana de Neurología que se celebra en Toronto.

Los autores explican que el chocolate es rico en antioxidantes denominados flavonoides, que podrían tener un efecto protector contra el ictus, siendo necesaria más investigación. El análisis supuso la revisión de tres estudios sobre el chocolate y el ictus.

Según explica Sarah Sahib, responsable del trabajo, "es necesaria más investigación para determinar si el chocolate realmente baja el riesgo de ictus, o si las personas más sanas son simplemente más propensas a comer chocolate que otras". El primer estudio descubrió que 44.489 personas que ingerían una ración de chocolate por semana eran un 22 por ciento menos propensas a tener un ictus que las personas que no comían chocolate. El segundo trabajo descubrió que 1.169 personas que comían 50 gramos de chocolate una vez a la semana eran un 46 por ciento menos propensas a morir después de un ictus que aquellas que no comían chocolate.

Los investigadores descubrieron sólo un estudio relevante más en su investigación de toda la literatura científica disponible. Dicho trabajo no mostraba ningún vínculo entre comer chocolate y el riesgo de ictus o muerte, siendo el trabajo actual pionero en este descubrimiento.

Ruido Blanco para calmar a los bebes.


Ante el frenético e injustificado llanto de un bebé, cada madre/padre tiene su truco para calmarlo y lograr que se duerma. A veces es fácil, otras veces difícil y, en ocasiones, imposible.

Cuando los padres se encuentran en la última situación y ni el chupete como remedio universal funciona, la desesperación lleva a la búsqueda de múltiples formas para callar al niño. Un método que está cogiendo mucha fama, incluso en la red, es la utilización de ruido blanco.

Pero, ¿qué es el ruido blanco? Es el ruido que se produce como resultado de la combinación de sonidos de las diferentes frecuencias audibles por el ser humano (que va de 20 a 20.000 Hertzios). De la misma forma que la unión de todos los colores de la luz da como resultado la luz blanca, la unión de todos los sonidos de diferencias frecuencias audibles da el ruido blanco.

¿Qué elementos cotidianos emiten ruido blanco? En realidad, no son emisores de ruido blanco “puro” pues no abarcan todas las frecuencias, pero sí una gran cantidad de ellas. El secador de pelo, un ventilador, el agua corriendo de un grifo abierto, una aspiradora y una televisión analógica sin sintonizar son ejemplos aproximados de emisores de ruido blanco.

Existen muchas evidencias anecdóticas sobre la utilidad del ruido blanco como técnica para tranquilizar a los bebés y también para dormirlos. Las explicaciones para este fenómeno son variadas. Hay quién dice que, debido a que el ruido blanco tiende a enmascarar el resto de sonidos, el bebe deja de oirse llorar a si mismo y, por tanto, deja de hacerlo. También ocurre que, al estar el bebé ya dormido, el ruido blanco dificulta que el bebé se despierte al escuchar otros sonidos repentinos. Otra hipótesis consiste en que ese sonido les recuerda a su estancia en el útero y por eso se calman.

De los estudios llevados a cabo, destacamos los siguientes por aportar algo de información sobre el tema:
-Ruido blanco e induccion del sueño: Se crearon dos grupos de 20 neonatos, entre 2 y 7 años en un experimento aleatorizado. El 80% de los bebés se quedaron dormidos a los 5 minutos en respuesta al ruido blanco en comparación con el 25% que se quedó dormido espontáneamente en el grupo de control. Como conclusión, los autores del estudio recomiendan el ruido blanco como una forma de ayuda para las madres de bebés difíciles.
-Los efectos del ruido blanco en el sueño REM: Los investigadores observaron un aumento del sueño en fase REM, en aquellos individuos expuestos a ruido blanco, sugiriendo la posibilidad de que este ruido participa en la estimulación cerebral y en el procesamiento de información del cerebro durante el sueño.

Con todo lo anterior, podríamos decir que existe evidencia de que el ruido blanco puede ser una medida efectiva para tranquilizar y dormir a los bebés aunque son necesarios más estudios. Por tanto, puede ser de ayuda antes de desesperarse y tirarse de los pelos por no saber ya que hacer ante el llanto del niño.